INTELIGENCIA EMOCIONAL COMO PREVENCION DEL CONSUMO

Las causas o motivos que pueden llevarnos inconscientemente en muchas ocasiones a alejarnos de eso que algunos llaman realidad seguramente puedan ser innumerables. Creo que es importante aprender desde bien pequeños que son las emociones y lo más importante aun, crecer sabiendo que siempre estarán con nosotros, durante todo el desarrollo de nuestras vidas. Todos y cuando digo todos, es porque cierto es que independientemente del contexto social, económico, cultural o político en el cual crecemos siempre compartiremos algo en común y ese algo son las emociones. Debemos de ser despiertos y saber que las emociones van y vuelven, algunas nos proporcionan sentimientos de miedo, rabia, frustración, envidia y otras nos hacen vibrar, nos hacen sentir bien. Para mi será un factor decisivo el saber gestionar todo tipo de emociones ya sean positivas o negativas, dicho de otra manera, deberemos aprender a vivir con ellas y lo más relevante todavía, aprender a extraer la parte positiva de las cosas que vayan sucediendo durante el transcurso de nuestro camino. Pienso que todo sucede por algo y el llegar a ese algo podrá ayudarnos a sentirnos más seguros de nosotros mismos porque de lo contrario será la inseguridad la que no nos permitirá seguir con nuestros propósitos. Dicen que a toda persona le tocará en cierto momento de su desarrollo enfrentarse a la travesía del desierto, un camino en el cual no se sabe como ni cuando se llegará a esa meta que uno se a marcado pero si sabemos el camino de retorno. Seguramente nos parezca mas cómodo elegir este segundo aunque nos perderemos un camino lleno de incertidumbres, plagado de preguntas que deberemos buscar por nosotros mismos las respuestas. 

En conclusión, hoy he intentado presentar una técnica de cómo educar mediante la gestión emocional en el ámbito académico como medida de prevención del consumo o de conductas adictivas.

Quererse a si mismo, conocer tanto lo bueno como lo malo serán mejores herramientas para no caer en el recurso a la violencia hacia uno mismo (drogarse) como hacia los demás. Afirmarse, aceptarse son recursos para alejar el peligro de ser un día victima.