Hoy me gustaría
hablar de cómo evaluar la prevención, antes de continuar los próximos días
hablando a cerca de otros tipos de prevención que podrían funcionar dentro del
contexto escolar.
La evaluación
es necesaria ya que da toda legitimidad a la prevención. Mientras su exigencia no está especificada a un único sector
preventivo, la evaluación es indispensable para todo tipo de políticas de salud
pública.
Podemos
evaluar la prevención de distintas formas, como pueden ser, la evaluación cualitativa, el impacto de la acción
de prevención, su memorización hacia el público en cuestión y también la evolución
de sus representaciones.
Conocer estas
evaluaciones serán herramientas muy útiles para los agentes preventivos, ya que les permitirá evaluar el contenido de sus mensajes y
la manera de exponerlos.
La mayoría del
tiempo, la evaluación pasa a través de herramientas como cuestionarios, sondajes
o entrevistas y, suele hacerse de
manera no global, es decir, en
pequeños grupos de personas . Esto se entiende perfectamente puesto que es casi imposible evaluar una población
entera.
En el tema que
nos interesa, es decir, la prevención del consumo de alcohol, tabaco y de
sustancias nocivas en la adolescencia voy a intentar evaluar la prevención del
alcohol.
Me propongo
seguir la evolución del consumo de alcohol en una escuela, para hacerlo podemos
utilizar como herramientas :
-
La frecuencia de accidentes
en los cuales los adolescentes son sus victimas por causas directas del consumo
de alcohol.
-
Evaluar el seguimiento a
nivel médico de los estudiantes alcohólicos dependientes.
Rápidamente
veremos los limites que nos encontraremos en este tipo de evaluaciones, en
primer lugar la no representación global de los jóvenes españoles y en segundo lugar, el análisis de los
indicadores usados nos permiten solamente considerar las acciones de prevención
en su “ posible “ pero no en lo deseable.