LOS JOVENES Y EL ALCOHOL
Cada año más de 350 adolescentes mueren
en accidentes de tráfico bajo los
efectos del alcohol o drogas.
Debemos añadir por un
lado las tentativas de suicidio, que sumadas a las sobredosis y a
conductas de riesgo son proclives a la aparición de Sida, Hepatitis B y C y por
el otro las victimas de accidentes
que sufrirán ciertas incapacidades en el futuro.
Hoy la idea no es de establecer un
catálogo de las diferentes situaciones de riesgo en las cuales se ponen los
adolescentes sino más bien, intentar entender a través de una de estas
conductas lo que significa esto para los adolescentes.
La adolescencia siempre ha estado un
periodo difícil con sus cambios tanto fisiológicos, psicológicos y sociales. La
adolescencia esta todavía un periodo difícil en nuestra época al cual debemos añadir
la falta de referencia, el estallido de la familia y la angustia del futuro.
Algunos adolescentes van a intentar
« curar » esta crisis por medio del consumo de alcohol.
A pesar de que no podemos hablar de personalidad alcohólica en la adolescencia, esta demostrado que el joven puede estar
condicionado por varios parámetros que pueden derivar en una conducta alcohólica.
Voy a tratar rápidamente tres de estos parámetros :
- 1 °) Relaciones familiares : Aquí,
la dificultad es mantener buenas
relaciones entre el adolescente y sus padres. Eso resulta muy difícil porque
para el adolescente los padres son sentidos como indiferentes, poco
comprensivos y dando poco o demasiado interés a los niños ; a eso se puede
añadir la falta de autoridad parental.
2°) Contexto educativo: Toda la
dificultad se concentra en reestablecer la irregularidad de la frecuentación de
la escuela y de su propio trabajo. También se tiene que prestar atención a la
irregularidad de los resultados académicos.
- 3 °) Nivel Personal : Estos
adolescentes no se conforman con los valores del mundo adulto, es más, tienen
tendencia a ser negligentes, nerviosos, deprimidos (sino depresivos) y
solitarios.
El adolescente consumidor no es un
inadaptado sino más bien un rebelde. Su consumo es la manifestación de su deseo
de no hacer ni estar como sus padres. La alcoholización es el síntoma de un
fallo relacional, de una angustia y de una ausencia de comunicación.
El alcohol constituye para muchos
adolescentes la expresión de un malestar en parte explicado por su ausencia de
estatutos sociales, su falta de responsabilidad como ciudadano en un mundo
donde todas las perspectivas de futuro y de éxito están marcadas por la
incertidumbre. Entonces, el consumo le permite crear “ un rato apartado”
operando una cierta ruptura con la realidad.
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